viernes, 17 de octubre de 2008

Una clase con una niña especial

Son las cuatro de la tarde y en la casa hogar Juan Pablo II, el ambiente se siente intenso y agradable. Es como visitar un colegio de primaria, tal vez un nido porque todos están prestos a colaborar, escuchas muchas risas, gritos de alegría y observas muchas sonrisas.

Es la hora de estudiar. Diana está atenta a las lecciones de su profesora. Ayer la “miss Pamela” dejó tarea y con ansias, la pequeña espera a que le revisen su trabajo. Y se le percibe ansiosa pues, no deja de mover sus manos. Coge su lápiz y lo presiona contra su mano, o lo frota en la mesa. Mueve sus pies, como esperando algo.

Tiene sólo siete años de edad. Su sonrisa es tímida y no habla demasiado, sólo contesta lo preciso cuando algo se le pregunta. Su cabello es negro y generalmente se hace una cola de caballo. Su profesora dice que Diana es muy estudiosa y hace sus tareas sin problemas, sólo que algunas veces se distrae con facilidad por observar a sus otros amiguitos en el salón, pero eso no representa una dificultad pues ella está para enseñarles con paciencia.

Entonces le toca el turno a nuestra protagonista. Hoy no tuvo tantos errores en su tarea pero igual la profesora Pamela le hace unas anotaciones en su cuaderno. Luego pasa a explicarle con delicadeza la tarea que se viene a continuación. Es un dictado y están practicando la pronunciación de palabras con la letra “t”. Suena un poco fácil pero es algo nuevo para Diana, así que cruza sus brazos y se concentra en la explicación.
Y empieza a repetir cada una de las palabras que le indica su maestra. Su vocalización es muy buena, ahora solo le falta escribir cinco veces cada palabra en su cuaderno para que se acuerde mejor, comenta la profesora Pamela.

Entonces llega la hora del recreo y Diana empieza a guardar sus cuadernos velozmente, parece ser que es lo que más le gusta en el día. Se despide con una sonrisa risueña, aquella que caracteriza a todos aquellos que tienen Síndrome de Dawn. Se reúne con sus amigas y empiezan a decidir qué van a jugar el día de hoy. Por fin van a divertirse.

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